Los riesgos basados en el comportamiento se derivan del comportamiento descuidado o irreflexivo de las personas. Esto incluye actividades en línea descuidadas como utilizar contraseñas débiles, hacer clic en enlaces inseguros, compartir información sensible en plataformas inseguras o no actualizar el software. Estos comportamientos aumentan el riesgo de ciberataques, uso indebido de datos o robo de identidad, ya que facilitan a los atacantes la explotación de vulnerabilidades. Los riesgos basados en el comportamiento pueden minimizarse mediante una actuación consciente y orientada a la seguridad.