La seguridad de los teléfonos inteligentes es extremadamente importante para los solicitantes de asilo y los refugiados, ya que sus dispositivos son a menudo la única forma de mantenerse en contacto con familiares, abogados o redes de apoyo. Al mismo tiempo, los teléfonos inteligentes contienen información sensible como el paradero, rutas de escape, documentos de identidad o mensajes personales que podrían caer en manos equivocadas si no se protegen adecuadamente. Los gobiernos o las organizaciones criminales utilizan indebidamente estos datos para rastrear, vigilar o ejercer presión. Un smartphone seguro ayuda a proteger su intimidad, mantener la confidencialidad de las comunicaciones y protegerse de peligros potenciales como la deportación.