Es importante asegurarse de que las aplicaciones y los sistemas operativos del teléfono móvil están al día y tienen la configuración correcta, ya que las actualizaciones periódicas cierran brechas de seguridad y ofrecen protección contra nuevas amenazas. El software obsoleto puede ser susceptible a riesgos de seguridad como malware o exploits que pueden ser utilizados por atacantes. Una configuración correcta también garantiza que las aplicaciones sólo reciban las autorizaciones necesarias y que los datos personales no queden expuestos innecesariamente. Comprobando y actualizando periódicamente el software y gestionando cuidadosamente los permisos de las aplicaciones, el dispositivo permanece seguro y se protege la privacidad.