Los códigos QR suelen pegarse, por ejemplo, sobre estaciones de recarga o máquinas expendedoras. Pero a veces también se envían en cartas. Así es como se engaña a la gente para que introduzca información personal en sitios web falsos o instale aplicaciones maliciosas. Así que compruebe cuidadosamente el objetivo.
Los códigos QR deben diseñarse de forma que sean a prueba de manipulaciones. Por ejemplo, deben colocarse detrás de un cristal para evitar que puedan ser sustituidos. Sea escéptico si simplemente están pegados.