A las autoridades les interesan especialmente los prefijos de determinados países, los documentos fotografiados, los contactos guardados o se fijan en los idiomas utilizados en los dispositivos. Por lo tanto, deje su dispositivo en casa. Si tiene la oportunidad, consiga un teléfono desechable antiguo. Este teléfono no contiene ninguno de sus datos personales. Un dispositivo ficticio como este también puede ayudarle a evitar búsquedas desagradables de dispositivos. Además, no facilite ninguna contraseña.