Si utiliza iOS o Android, su sistema operativo transmite en segundo plano un ID de publicidad a sus aplicaciones. Este ID puede asociarse a los registros de datos de aplicaciones individuales. Si el proveedor de sus aplicaciones vende estos datos, los intermediarios pueden combinarlos con otros conjuntos de datos suyos. Así se crean auténticas reservas de sus datos personales e intereses que se comercializan en línea.
Estos datos también incluyen datos de localización, a los que se puede acceder en sitios web especiales.