En la mayoría de los casos, puedes prescindir de desbloquear tu dispositivo con una contraseña, deslizar el dedo o mediante biometría si simplemente quieres hacer fotos o vídeos. La mayoría de los dispositivos Android inician la cámara al pulsar dos veces rápidamente el botón de encendido. En los iPhone, puedes activar la pantalla y utilizar simplemente el icono de la cámara.
Este procedimiento te permite tomar vídeos y fotos en situaciones críticas. A continuación, el dispositivo permanece bloqueado. Esto dificulta el acceso a los datos en caso de robo o confiscación.
Por tanto, este comportamiento aumenta en cierta medida tu protección. Sin embargo, ten en cuenta que sólo la encriptación activada y un dispositivo apagado son eficaces contra las investigaciones forenses policiales sobre móviles.